Tampoco quisieron perderse la reapertura de Notre Dame la esposa del todavía inquilino de la Casa Blanca, Jill Biden; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; el príncipe Guillermo de Gales o los reyes belgas, Felipe y Matilde. Al margen de la
política, en los bancos de la catedral también se sentaron, entre otros, el hombre más rico del mundo, Elon Musk, y el de Francia, Bernard Arnault, líder del emporio LVMH, entre otros más.>>