Una investigación publicada en la revista “Food Science & Nutrition” ha identificado una asociación entre el consumo de café instantáneo y el riesgo de desarrollar degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) seca.
La DMAE es una condición ocular que afecta la mácula, la parte central de la retina, y es una de las principales causas de la pérdida de visión en personas mayores.
La investigación examinó a 500,000 personas y su relación con diferentes tipos de café y la incidencia de esta enfermedad.
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Los hallazgos del estudio indican que el consumo de café instantáneo presenta una asociación genética causal estadísticamente significativa con la DMAE seca. En contraste, el café molido y el café descafeinado no mostraron vínculos similares.
Es decir, entre más consumo de café instantáneo se tenía, aumentó el riesgo a desarrollar esa enfermedad, muy presente entre los mayores de 65 años.
Ante la sospecha de que el detonador de la enfermedad sea el café por sí mismo, los investigadores analizaron las variantes genéticas y en ningún caso hubo relación entre el grano y la aparición de la enfermedad.
Para los expertos, esto sugiere que son los componentes o alteraciones químicas que surgen por la elaboración del café instantáneo podrían ser los factores que “activan” el padecimiento ocular. Ellos mismos han planteado la hipótesis de que subproductos como la acrilamida y los lípidos oxidados, presentes en el café instantáneo, podrían “estresar” a las células de la retina y dar pie al DMAE.
Los autores del estudio sugieren que individuos con degeneración macular relacionada con la edad en etapas iniciales o con predisposición genética a la enfermedad deberían considerar reducir su consumo de café instantáneo, optando por café en grano.