Una publicada en “Scientific Reports” analizó los efectos del consumo de tabaco y cannabis en la calidad del semen y la integridad del ADN espermático. Los resultados indican que ambas sustancias afectan negativamente la fertilidad masculina, con daños más pronunciados en aquellos que “prenden al gallo”.

El estudio, encabezado por investigadores de la Universidad de Saarland, Saarbrücken, en Alemania, incluyó a 113 hombres divididos en tres grupos: no fumadores (37), fumadores de tabaco (39) y fumadores de cannabis (37). Se excluyó a participantes con dependencia al alcohol, crónicas o anomalías genéticas.

Los fumadores de cannabis presentaron menor morfología espermática normal (2.26%) en comparación con fumadores de tabaco (5.02%) y no fumadores (7.46%). La movilidad del esperma disminuyó notablemente en usuarios de cannabis (20.63%), frente a 27.82% en tabaco y 34.40% en no fumadores.

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En cuanto a la integridad del ADN, las tinciones con Acridina Naranja mostraron mayor fragmentación en espermatozoides de consumidores de cannabis (28.53%), frente a 10.1% en no fumadores y 6.4% en fumadores de tabaco. La deficiencia de protaminas, evaluada con CMA3, también fue más alta en el grupo de cannabis (37.13%), lo que sugiere empaquetamiento cromatínico inadecuado.

IMPLICACIONES

El análisis de genes detectó variaciones genéticas, pero no diferencias significativas entre grupos. Esto indica que el daño no se debe a mutaciones, sino posiblemente a alteraciones epigenéticas que afectan la función espermática.

La masculina contribuye con casi la mitad de los casos de infertilidad a nivel mundial. En México, donde el consumo de tabaco y cannabis persiste, estos hallazgos resaltan un riesgo reproductivo creciente. La legalización del cannabis en múltiples países, junto con su percepción de bajo riesgo, podría agravar el problema, sostienen los expertos en sus consideraciones.

Además, subrayan la necesidad de implementar campañas de salud pública que informen sobre los riesgos reproductivos asociados al tabaco y cannabis, especialmente en hombres jóvenes.

La infertilidad afecta a 14% de las parejas a nivel mundial. El tabaco contiene más de 7,000 sustancias químicas, mientras que el tetrahidrocannabinol (THC) del cannabis interactúa con receptores en células espermáticas, alterando su viabilidad.

Los resultados indican que el cannabis podría generar dificultades de concepción, mayor tasa de abortos espontáneos y riesgos en la salud de descendientes.

Aunque se requieren más estudios, la evidencia actual señala que reducir el consumo de estas sustancias podría mitigar daños a la fertilidad y la salud de futuras generaciones.

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