Morales denunció que fue blanco de un ataque mientras se dirigía de la localidad de Villa Tunari a Lauca Ñ para participar en su programa dominical, en la emisora cocalera Kawsachun Coca.
El exgobernante relató que un grupo de desconocidos, que iba en dos o tres camionetas, disparó varias veces al vehículo en el que se transportaba logrando herir al conductor, pero que pese a eso lograron escapar, mientras que los hechos quedaron grabados por una mujer que lo acompañaba. El vehículo, explicó Morales, recibió “14 disparos”.
El presidente Luis Arce condenó la violencia en la política y ordenó “una inmediata y minuciosa investigación para esclarecer este hecho”. En X, Arce dijo que “el ejercicio de cualquier práctica violenta en la política debe ser condenada”.
Sin embargo, algunos líderes sociales afines al Ejecutivo consideraron que el suceso fue un “autoatentado” orquestado por Morales.
Por su parte, el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Tania Reneaum, “disponer medidas de protección a la vida del expresidente”.
Los presidentes de Colombia, Honduras, Cuba y Argentina repudiaron el ataque.