Está considerado como el desierto más antiguo del mundo. Se tiene constancia de que ya existía en la Era Terciaria, época en la que se extinguieron los dinosaurios. Cubre unos 320 km de longitud y 120 km de ancho. Está formado por enormes dunas rojizas de hasta 300 metros de altura. Además, se une con el océano Atlántico en el Lange Wand o “muro largo”. En 2013 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

(Fotos: Especiales)
Una escalera de cuerda cuelga desde lo alto de una roca, donde se levanta un acogedor monasterio medieval repleto de íconos cristianos ortodoxos. Una armonía perfecta entre naturaleza y el ingenio humano para construir un lugar de oración en lo alto de un pináculo casi vertical. Meteora es uno de los mayores atractivos turísticos de Grecia, y fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1989.

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Es una formación rocosa natural ubicada en la isla Heimaey. Esta bestia moldeada de piedra se ganó su nombre por parecerse a un elefante que sumerge su trompa en el mar. Es un capricho de la naturaleza que fascina a cualquier visitante, pues su aspecto es tan realista que parece hecho a propósito. Se piensa que se formó durante las erupciones del monte Eldfell. La erupción más reciente fue en 1973, la cual provocó la evacuación de toda la población de Heimaey, aunque la formación de la roca es mucho más antigua.

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Hay quien dice que Molokai tiene el aspecto que hace 50 años tenían las islas hawaianas; otros afirman que es la imagen natural a la que debería aspirar el mundo en el futuro. Esta isla de 16 kilómetros de ancho, que no ha sido tocada por el desarrollo masivo, tiene más de 160 kilómetros de costas, cataratas escondidas, ruinas antiguas y el orgullo del patrimonio nativo de Hawái.

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Un desfile de rocas espectaculares, en Utah, donde puedes contemplar el parque entero como una sola escultura impresionante. Es un patio tridimensional de roca suave, ríos gemelos, cañones estrechos, jardines de flores, campos escondidos y colores de otro mundo. Sin duda alguna, sus vistas son increíbles.

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Es el mayor parque nacional de las Rocosas canadienses. Las aguas de color azul del río Athahabasca fluye a lo largo de esta franja de naturaleza en el oeste de Alberta, trazando su camino entre cañones escarpados.

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Se extiende a lo largo de casi 12 mil km2 y es el mayor desierto de sal del mundo. Esta maravilla natural ofrece paisajes insospechados. Durante la época de lluvias, esta llanura infinita se inunda convirtiéndose en un espejo gigantesco, cuyo efecto se asemeja al producido por un auténtico glaciar. Al atardecer, los tonos anaranjados del cielo se comienzan a intensificar y a reflejar en la superficie del salar como una mismísima obra de arte.

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Está ubicado en la isla de Middle, las razones de su coloración no están del todo claras, pero la mayoría de los científicos sospecha que tiene que ver con la presencia de microalgas Dunaliella salina, las cuales producen carotenoides, pigmentos que también se encuentran en las zanahorias. Durante algunos años se extrajo sal del lago Hillier, pero hoy sólo se utiliza para fines turísticos, y aunque el agua no es dañina para el cuerpo, no es posible nadar en ella, ya que el lago sólo se puede visitar desde las alturas.

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Situado en un pequeño pueblo en el condado de Sibenik-Knin, es uno de los puntos más bellos en el entorno del mar Adriático; atrae a muchos turistas, algunos de los cuales se aventuran a nadar en él, a pesar de las bajas temperaturas de hasta 6º que pueden registrarse. Es un manantial con una forma ovalada, con colores en tonalidad azul con 115 metros de profundidad.

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Por lo espectacular de la vista que ofrece, es considerado la octava Maravilla del Mundo. La imponente masa de hielo rodeada de bosques y montañas es un espectáculo que pocos se quieren perder. Esta vasto cuerpo de hielo mide unos 5 kilómetros de ancho y se eleva hasta 74 metros sobre el nivel del agua del Lago Argentino. Un halo de paz sobre la naturaleza virgen, lo convierte en un gran atractivo para quienes quieren disfrutar del aire puro y del silencio.

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