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España.– El año cerró con cierto desconcierto para la tripulación de un vuelo comercial de la aerolínea easyJet con destino a Londres-Gatwick cuando una familia británica intentó embarcar en Málaga a una mujer de 89 años que, según varios pasajeros y testigos, ya estaba fallecida al momento de subir al avión.
Los hechos se desarrollaron cuando el avión, que tenía programada su salida desde el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol a las 11:15 horas (hora local), sufrió un retraso de alrededor de 12 horas después de que la tripulación a bordo se percatara de que la anciana no estaba viva poco antes de despegar, generando conmoción entre pasajeros, personal de cabina y autoridades.
Varios pasajeros describieron escenas estremecedoras, pues aseguraron que la mujer fue transportada en una silla de ruedas llevada por cinco de sus familiares, quienes la empujaron a través del embarque hasta el avión. Los familiares aseguraron al personal de easyJet que la mujer se encontraba “indispuesta” pero que simplemente estaba “cansada” o “dormida”. Incluso intentaron tranquilizar al personal señalando su condición como si estuviese viva, e insistieron en que aceptaran su presencia en la cabina.
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Otros viajeros relataron escenas impactantes, como que se le sujetaban la cabeza para mantenerla en posición mientras la llevaban a su asiento en la parte trasera del avión.
Fue durante el rodaje hacia la pista, poco antes del despegue, cuando la tripulación —alertada por la extraña falta de respuesta de la pasajera— solicitó asistencia médica de emergencia. Tras detener la aeronave y recibir el apoyo de servicios de emergencia, la mujer fue declarada muerta a bordo.
Por su parte, easyJet negó que se hubiera permitido a sabiendas el embarque de una persona fallecida. La aerolínea aseguró que: La pasajera tenía un certificado médico que la consideraba apta para volar y que contaba con asistencia médica durante el viaje.
La mujer estaba viva al momento de subir al avión, y el regreso al estacionamiento se debió a que “una clienta a bordo requirió asistencia médica urgente”, añadiendo que se ofreció apoyo y condolencias a la familia.
La Guardia Civil española también confirmó su intervención, declarando que la mujer fue encontrada muerta dentro del avión tras la activación de protocolos de emergencia.
