Con un estimado de 30 a 50 millones de influencers en todo el mundo, este estilo de vida y si bien esta carrera puede ser glamorosa, también puede tener sus efectos negativos.

, expertos de Casino.org crearon a Ava, una simulación de cómo podrían lucir los influencers en el año 2050.

Su aspecto no es aspiracional, sino una advertencia. Ava simbolizalo que años de dependencia de la tecnología, rutinas de belleza agresivas y obsesión con los pueden hacer con el cuerpo y la salud.

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¿Qué consecuencias físicas muestran los expertos en la simulación de Ava?

Uno de los efectos más notorios está en la postura, ya que el uso prolongado del teléfono y las luces de los anillos favorecen hombros caídos y dolor cervical crónico.

A esto se suma el cansancio visual: largas jornadas de edición y transmisiones en vivo terminan en ojos rojos, visión borrosa y bolsas marcadas bajo los párpados.

Influencers del futuro (Foto: Foto: Facebook)
Influencers del futuro (Foto: Foto: Facebook)
Influencers del futuro (Foto: Foto: Facebook)
Influencers del futuro (Foto: Foto: Facebook)

Además, debido al maquillaje constante, cosméticos cambiantes y exposición a luz azul, la piel sufre y se acelera el envejecimiento digital. Manchas, irritación e inflamación persistente forman parte del cuadro que muestra Ava.

¿Qué otros efectos provoca este estilo de vida en influencers?

La obsesión con los rellenos faciales lleva a deformaciones conocidas como síndrome de sobrellenado, donde las facciones pierden su naturalidad.

El cabello tampoco se salva: peinados apretados y extensiones pueden provocar alopecia por tracción.

En conjunto, Ava no es solo un rostro futurista, sino el espejo de un presente marcado por prácticas dañinas disfrazadas de glamour. Su imagen grotesca busca advertir que detrás de los filtros perfectos y los viajes patrocinados se esconde un costo físico devastador en las próximas décadas.

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