La Haya.– La Corte Penal Internacional (CPI) pidió ayer el arresto y entrega del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant por crímenes de guerra y lesa humanidad en Palestina, incluido el uso del hambre como arma de guerra en Gaza.

La comunidad internacional reaccionó dividida: la UE, Francia, Irlanda, Países Bajos, Colombia, Jordania y Sudáfrica, país que presentó una acusación de genocidio contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), aseguraron que la decisión respetarse, mientras que naciones como Estados Unidos y Argentina la rechazaron de tajo.

La decisión provocó la ira de Netanyahu, que la calificó de “antisemita”. “Israel rechaza con disgusto las absurdas y falsas acciones y acusaciones hechas contra él”, dijo.

EU, principal aliado de Israel, rechazó las órdenes contra los israelíes, mientras que organizaciones de defensa de los derechos humanos las celebraron.
Netanyahu es “oficialmente hoy un hombre buscado”, declaró la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard.

TAMBIÉN EL DE HAMAS
La CPI también pidió en otro comunicado la detención de Mohamed Deif, jefe militar de Hamas que, según Israel, murió en un ataque en julio en Gaza. Hamas no ha confirmado su muerte y la CPI declaró que emitió la orden, ya que el fiscal no pudo determinar si está o no muerto.

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