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(Fotos: AP / AFP)
Este fenómeno redujo a escombros miles de casas, negocios y calles, además tiene inundadas otros miles.
Millones de personas están sin suministro eléctrico y además permanecen varadas, porque las carreteras están bloqueadas, destruidas o cubiertas por el agua y los aeropuertos dejaron de operar.
El panorama que dejó este meteoro, degradado a tormenta tropical, es desolador. Además, continúa siendo peligroso, porque mantiene vientos sostenidos de 55 kilómetros por hora, lluvias intensas y con un aumento en el nivel de presas y crecida de arroyos.
La Agencia Federal de Emergencias desplegó hasta mil 500 socorristas a la zona de desastre, que han laborado vía terrestre, donde pueden transitar, acuática y aérea. Incluso se decretó toque de queda para facilitar las labores de rescate en varias zonas.

(Fotos: AP / AFP)
La Casa Blanca señaló ayer que tanto el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como la vicepresidenta y candidata demócrata en las próximas elecciones, Kamala Harris, están pendientes de las tareas.
“Esta es una de las peores tormentas en la historia moderna para partes del oeste de Carolina del Norterna", mencionó Roy Cooper, Gobernador de Carolina del Norte.