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Dejar que llegue, se dé un baño y luego vaya a besarme completa, la boca y después los labios. Que me deje tan empapada que no se distinga entre el agua que escurre en mi piel y el flujo que escurre por mis muslos.
Quiero que me cargue y me ponga de nuevo en la tina, que tome esa regadera y comience a mojar mi cuerpo para poder masajearlo. Quiero sentir sus manos grandes y fuertes apretando mis hombros y que, de repente, se pase a mis ‘boobs’ para estrujar mis pezones. Entonces, será momento de más acción.
Quiero sentir el agua tibia que sale de la regadera directo en mi almendrita. Sentir ese chorro directo en mi clítoris me pondrá más cachonda. Mientras la regadera hace lo suyo en mi parte baja, su lengua estaría jugando en mi boca, con besos fuertes y apasionados.
Después, él me daría a lamer sus dedos para introducirlos en mi centro, haciendo movimientos que me hagan llegar al ‘squirt’. Quiero que me haga venir tantas veces como pueda antes de penetrarme, cuando mis piernas estén temblorosas.
Necesito que me cargue y me ponga con los pies en el suelo y el pecho recargado en la cama, abra mis piernas con sus pies y sus manos tomen mi cuello de manera amable, para después apuntarse y poder embestirme duro.
Quiero que me coja tan rudo como pueda. Estaré lista y ansiosa después de tantos orgasmos. La penetración será rápida y eficaz, su ritmo será para darse placer y explotar dentro de mí. Luego, me subiré a la cama y me dormiré, desnuda, mientras él me admira y acaricia.
Es una fantasía recurrente, ojalá pueda cumplirla pronto y tal vez busque voluntarios... Les dejo todo mi amor, hasta la próxima semana.
