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“Cuando Hugo Mallo llegó a la altura de las mascotas, al periquito le dio mano como se hace habitualmente, pero cuando llegó a la Sra. Ana -la presunta víctima-, que en ese momento estaba haciendo el papel de la periquita, éste introdujo las manos bajo el disfraz y le hizo tocamientos en los pechos”, compartió el medio.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Cornellà de Llobregat, aceptó la denuncia de inmediato, y según el reportero Iván Molero, el futbolista se defendió asegurando que había saludado con normalidad a los jugadores y a la mascota, de quien destacó, desconocer el género de la persona que la portaba.
En su momento, la instancia acordó seguir de forma provisional del caso 'por no quedar debidamente justificada la perpetración de delito de abuso sexual que se describía en la denuncia'.
Sin embargo, la defensa de la víctima interpuso un recurso de apelación en la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Barcelona, que revocó lo dictaminado por considerar que ocurrieron 'unos hechos que pueden ser constitutivos de delito de abuso sexual, sin que apreciemos en esta fase del procedimiento ningún tipo de ánimo espurio que invalide la versión de los hechos denunciados'.
Casi cinco años después del hecho, las partes fueron citadas para un juicio oral que se aplazó hasta julio de este año, donde el futbolista volverá a tener que rendir su declaración.
Hugo Mallo actualmente es parte de la defensa del Internacional de Porto Alegre, equipo que pertenece al Campeonato Brasileño de la Serie A.







