Lo que Esteban y Misael pensaron sería una noche de ensueño, terminó con uno en el MP y con el otro en el hospital. Ambos iban al mismo concierto y sus caminos se cruzaron en el estacionamiento.
Esteban iba desesperado por llegar; al dar vuelta de forma imprudente para ingresar, prensó a Misael contra su coche, quien ya se había bajado.
Esto provocó a Misael contusiones y fractura en el brazo; daños a la carrocería de su vehículo, también.
Policías detuvieron a Esteban y terminó frente a un juez, acusado de daños y lesiones culposas. El juez consideró que el asunto podía resolverse en el Centro de Justicia Alternativa (CJA) del Poder Judicial de la CDMX (Niños Héroes 133, colonia Doctores, Cuauhtémoc).
Un facilitador penal asignado explicó a Esteban y Misael la importancia de alcanzar un acuerdo de reparación integral del daño, que permitiría resarcir a la víctima, y al imputado librar el proceso penal.
Esteban se dijo sorprendido por las consecuencias de no haber renovado la póliza de su seguro de auto; expresó su disposición para hacerse cargo de gastos médicos y hospitalarios, así como de los daños a la carrocería. Misael no mostró oposición a acabar el asunto por esa vía. Esa sesión concluyó con el acuerdo de una segunda, en la que víctima presentaría la relación de gastos.
Así, Misael presentó el monto de 110 mil pesos. Esteban dijo contar con 80 mil, y ofreció pagar el resto en dos meses. Misael pidió que los 30 mil restantes se cubrieran en un mes.
Esteban aceptó y así firmaron el convenio de reparación del daño, el cual fue remitido al juez, quien, tras verificar su cabal cumplimiento, para luego ordenar el sobreseimiento de la causa penal en contra de Esteban, quien juró y perjuró no volver a escatimar en pagar un seguro.