En épocas en las que ya no hay tiempo para héroes. En tiempos de sequía, de superficialidad, de hits baratos, de clics sin sentido, de canciones hipermaquilladas, ausentes de grasa, de veneno. En tiempos de secuenciadores, de capas sobre capas, de saturación, desperdicio y máscaras...
The Libertines son una bocanada de aire puro. No niegan “la cruz de su parroquia” con ese beat sucio, como salido de un pub de mala muerte de la Inglaterra de los años 60, cuando las imperfecciones eran crema y alma.
En escena, Pete Doherty y Carl Barât comparten el micrófono a la “bicle”: electricidad y saliva, sabedores de que en sus venas corre esa sangre dorada. Las referencias a ese pasado vagabundo suenan presentes, queman, pero son dadoras de nueva vida en el aquí y ahora.
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En el Pepsi Center, The Libertines tocaron para unos 7 mil fanáticos que se entregaron a su post-punk revival, a esos cortes que con el tiempo se atesoran como himnos de una generación que hoy acaricia el cuarto piso de vida.
Suena, entonces, la encantadora “What Became of the Likely Lads”, de las favoritas; el clásico instantáneo “Night of the Hunter”, elegancia británica presente; llega “What Katie Did” a recordarnos que no se necesitan más que unos cuantos acordes de guitarra para hacernos tambalear, y “Music When the Lights Go Out” como broche rítmico de pura nostalgia.
Los misioneros de London tocaron 23 temas en cerca de dos horas. Cerrarán el show a guitarrazos con la crudeza de “Up the Bracket”, “Run Run Run” y la explosiva “Can’t Stand Me Now”, que dejará el ambiente encendido y con ganas de que jamás se vayan de México. Es por eso que el cuarteto regresará para sellar la noche con otras cinco piezas y coronar con “Time for Heroes”, un gancho al hígado para quien esto escribe, y partir con la festiva y siempre demoledora “Don’t Look Back Into the Sun”.
En tiempos donde ya no hay tiempo para héroes, The Libertines nos recuerdan esos años maravillosos en los que el tiempo se detiene y todos volvemos a tener 20 años para siempre. El mundo es nuestro, está a nuestros pies para andarlo descalzos una noche más.
ENCORE. Fue el cumpleaños 47 de Carl Barât. Pete le cantó ‘Las mañanitas’ enfrente de todo el Pepsi Center, y algunos nos la seguimos en un aftershow en el Indie Rocks!, donde llegaron algunos libertinos para seguir celebrando el hermoso concierto.