En un maratón no solo corren las piernas, también corre la mirada. Mientras las y los atletas sudan cada metro de los 42.195 kilómetros, la ciudad pone a prueba su propia capacidad para vigilar el paso de 30 mil corredores y quienes acuden a animarles.
Este domingo en la edición XLII del Maratón de la Ciudad de México, por primera vez el C2 Móvil del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) estará presente en uno de los mayores eventos deportivos.
A lo largo de la ruta, que va de Ciudad Universitaria al Zócalo, la estrategia de videovigilancia incluye mil 123 cámaras, 189 altavoces y 248 botones de auxilio: un andamiaje de confianza donde cada lente y bocina convierten imágenes y sonidos en datos para la toma de decisiones en segundos.
En este entramado, el C2 Móvil está a todo pulmón con la videovigilancia. Con antenas telescópicas elevadas hasta 13 metros, su radio de visión abarca 300 metros a la redonda. Detecta flujos, sigue incidentes y canaliza reportes. Es la torre de control que se mueve con las y los corredores y multiplica la capacidad de reacción.
El Maratón representa, como la ha dicho la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, una fiesta donde las y los participantes “vencen altitud, distancia y cansancio con la frente en alto y el corazón firme”. Y en ella, la ciudadanía tiene su propia zancada: ubicar con anticipación los botones de auxilio y estar lista para reportar cualquier incidencia.
¡Ponte al Tiro!
Ante cualquier emergencia puedes reportar al 9-1-1 o a las redes sociales del C5.
