¡Ay dolor, ya me volviste a dar! Es una frase de los tantos éxitos musicales que tuvo el inolvidable Vicente Fernández y que le queda como anillo al dedo a la historia que nos comparte nuestro amigo Gerónimo.
“Mi historia es triste, es de esas de desamor, que cuando no llevo pasaje, pongo canciones que me hacen llorar y así voy por las calles con mi pena.
“Le cuento que desde hace dos años vivo una relación que más que bien me ha hecho sufrir, pero todo por mi falta de valor para ponerle fin y también, claro, porque amo a esa mujer.
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“Me junté con ella en abril de 2022, estuvimos bien año y medio, pero en noviembre de 2023 me dijo ‘quiero ser sincera contigo. Ya no me siento bien a tu lado, será mejor que me vaya, pues existe otra persona’ y eso me dolió mucho.
“En mayo de 2024, al llegar de trabajar, ella me estaba esperando, con una maleta, luego de pedirme que la perdonara y de jurar que estaba arrepentida, la dejé pasar; pero sólo fueron cuatro ocho meses juntos y me volvió a dejar, esta vez sin despedirse.
“Y ahí me tiene, escuchando canciones de adoloridos en el taxi y llorando y apenas en marzo, al circular por Xochimilco, la vi, sin pesarlo me frené y le pedí que subiera al taxi. Ella lo hizo, no pasaron ni dos calles y ya nos estábamos besando. Le pedí regresar y lo hizo, pero apenas a principios de agosto se volvió a ir y no sé nada de ella. Ojalá que ya no la vuelva a ver, porque se lo hago, sé que la voy a perdonar”.
Esta es la historia de Gerónimo, un hombre que perdona por amor.
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