Hace un año, Alejandro cometió, un homicidio. Aunque fue detenido, logró quedar en libertad, pero el lunes fue ejecutado en su casa de Iztapalapa. Tras una persecución de la policía, uno de los dos atacantes fue aprehendido.
A Alejandro lo conocían como “El Centavo”, tenía 47 años y dos ingresos a la cárcel por el homicidio de una persona y por delitos contra la salud.
Durante la madrugada, él y su cuñado permanecían afuera de su domicilio en la colonia Lomas de San Lorenzo. Eran casi las 4:00 de la mañana cuando dos hombres en una motocicleta arribaron a la calle Hortensia para matar al “Centavo”.
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Al ver a los hombres llegar, Alejandro ingresó al patio de la vecindad para tratar de refugiarse. Pero las balas de sus agresores le impidieron escapar.
Después de dispararle, los dos hombres abordaron una moto para huir. Las cámaras de vigilancia captaron parte de su huida.
Y mientras los dos agresores escapaban, la familia de Alejandro subió al hombre herido a un automóvil para llevarlo a un hospital en donde murió cuando era atendido por los médicos.
Ahí llegaron policías para escuchar la declaración del testigo del crimen. Con los datos del sobreviviente y los videos recabados, los agentes ubicaron a Manuel Palacios Perea, uno de los agresores, quien fue detenido cuando viajaba en un taxi March Nissan que abordó después de que su cómplice lo bajara de la moto.
Al revisar su historial delictivo, los policías supieron que tiene dos ingresos por robos cometidos en 1999 y 1998. Además, saben que en las dos ocasiones que aprehendido se cambió de nombre, pero no el apodo de “El Sangre”.
Manuel, de 53 años, llevaba 30 bolsas con marihuana y 10 con cristal cuando fue detenido por los policías. Ellos aún buscan al cómplice que huyó en la motocicleta.