Las moscas que rondaban un registro del drenaje alertaron a quienes conocían a “La Comadreja”, quien era un hombre que padecía ataques de epilepsia y solía dormir debajo de las coladeras de Iztapalapa, y ayer fue hallado muerto.
Él se llamaba Armando, pero por su costumbre de dormir en registros o coladeras, lo apodaron “La Comadreja”.
Así lo conocían los vendedores ambulantes y los limpiaparabrisas que trabajan en la esquina de la calzada Ermita Iztapalapa y la avenida Javier Rojo Gómez.
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En ese lugar del Barrio San Pablo, los trabajadores se dieron cuenta de que había insectos que volaban sobre un registro del drenaje. Al asomarse, percibieron el olor a muerte y se dieron cuenta de que ahí yacía “La Comadreja”.
A pesar de la fetidez, los testigos le gritaban para intentar despertarlo. Pero al ver que no reaccionaba, pidieron ayuda de paramédicos y policías, quienes al llegar informaron que el hombre estaba muerto.
Aún se desconoce cuánto tiempo tenía de haber muerto, pero por el olor y la descomposición del cuerpo, los paramédicos piensan que tenía más de una semana de haber fallecido.
Fueros los trabajadores que limpian parabrisas en los semáforos y vendedores ambulantes, quienes lo identificaron e indicaron que tendría unos 35 años.
Según sus conocidos, a “La Comadreja” no se le conocía familia que lo ayudara con el padecimiento que sufría.