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CIUDAD DE MÉXICO.- Por orden de su padre, Kevin salió de casa para estacionar la camioneta familiar en la cochera de su casa en Gustavo A. Madero.
El joven se disponía a abordar el vehículo cuando su homicida le disparó en 13 ocasiones.
Fue el papá quien, al escuchar las detonaciones, salió de su casa en la colonia Panamericana, hallando a su hijo ensangrentado en medio de la calle Norte 9.
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Casi en la esquina, dos hombres a bordo de una motocicleta escapaban rumbo al Eje Central. De inmediato, el hombre pidió ayuda para su hijo.
Aunque la víctima ya no respondía, su papá llamó a los paramédicos para que auxiliaran al joven.
Pero al llegar, los paramédicos sólo confirmaron que Kevin había fallecido.
Agentes y vecinos revisaron las cámaras de vigilancia de domicilios y comercios de la zona.
Los artefactos habrían registrado al homicida que circulaba en una motocicleta negra cuando atacó a Kevin. Tras cometer el homicidio, el agresor escapó hacia la calle Norte 12 en donde abandonó el vehículo.
Con la matrícula del vehículo abandonado, los policías supieron que se trataba de una motocicleta robada.
Ante los agentes, el padre de Kevin dijo que su hijo era estudiante y que, además, trabaja en la venta de comida rápida en Vallejo.
Por eso, dijo desconocer si el joven tenía deuda o rencilla con alguna persona, por lo que hasta ese momento se desconocía el móvil del crimen.
