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El cadáver del hombre quedó frente a unos puestos de carne y a la vista de decenas de transeúntes, para quienes ese cruce resulta muy peligroso, ya que los carros circulan a alta velocidad sobre la Calzada Ignacio Zaragoza y, al dar la vuelta en esa esquina, no suelen fijarse si algún peatón va a cruzar. Muchos prefieren esperar, hasta varios minutos, para asegurarse de que ningún automóvil o unidad de transporte publico vaya a dar la vuelta.
Elementos de la Policías de Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) hicieron un pequeño acordonamiento y taparon el cuerpo, que quedó boca abajo, aplastado por el peso de las llantas. Incluso, uno de los pies, quedó con el tejido expuesto. Desafortunadamente, al lugar no llegó ningún familiar que pudiera identificarlo.
Debido a la rapidez con la que pasan los vehículos en ese punto, los locatarios del sitio y vendedores ambulantes no pudieron identificar las características del responsable. Señalan que, los camiones de transporte público de la Ruta 37, también suelen pasar por ahí a gran velocidad, sin tomar las debidas medidas de precaución al paso de peatones.
Peritos de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX (FGJCDMX) hicieron el levantamiento del cadáver minutos antes de las seis de la tarde.
Debido a la reducción de carriles sobre la avenida, que presenta alto flujo vehicular, la circulación se vio afectada durante aproximadamente 40 minutos. Elementos de la Policía de Tránsito ayudaron a agilizar el tráfico y evitaron que curiosos se acercaran a merodear la escena.