Más Información
Eran casi las seis de la mañana del sábado cuando los policías del sector Tepepan fueron alertados sobre la agresión, en el lugar localizaron cuatro casquillos percutidos calibre 9 milímetros. Dos de ellos impactaron en el cuerpo de Juan Carlos, uno en la pierna; el otro, que lo mató, en el cráneo.
“El Güero”, como también era conocido el occiso, se dedicaba a estacionar autos frente a una farmacia; sin embargo, la gente lo conocía por andar de maldoso, ya que tenía problemas de alcoholismo y drogadicción.
El padre de Juan Carlos acudió al lugar y reconoció a su hijo que, a sus 38 años, yacía muerto a consecuencia de una discusión con los tipos con los que tomaba, mismos que escaparon del sitio.
Sin embargo, uno de los primos del difunto dijo a los policías que los asesinos eran los ocupantes de una camioneta que, sin mediar palabras, le dispararon.







