Taxista se quiso lucir con una chava y hasta los tenis perdió en la CDMX

José Manuel nos cuenta la dolorosa experiencia que sufrió apenas hace tres meses, cuando circulaba por el rumbo de la colonia El Arenal. “Eran como las siete de la noche y vi a una chava bonita, que me paró y con una sonrisa me dijo que si le ayudaba a cambiar la llanta que se le había ponchado y no traía gato.

“Con el afán de quedar bien y de ver más de cerca a la mujer, de inmediato le digo que sí. Saqué mi gato, lo calcé en el coche y al estar de espaldas llegaron dos chavos bien rudos: ‘ya valió madres, ruco, súbete a la parte de atrás del taxi’ y para arriba, mientras la mujer se burlaba de mí y hasta me guiñaba el ojo.

“Ya en el taxi, el chavo que iba atrás conmigo me encajaba el cañón de la pistola; mientras me pedía mi tarjeta, el nip y me sacaba el dinero de la cuenta. Junto a nosotros pasó una patrulla y ni en cuenta.

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“Así me vaciaron mi tarjeta, luego me quitaron el celular, los tenis, ‘te vamos a dejar el coche’, pero aventaron las llaves hasta el otro lado de la calle, mientras corrían.

“La lección que me dejó es que uno nunca debe bajarse de su taxi, por muy bonita que esté una mujer; además me costó el dinero de mi tarjeta, la cuenta, el celular y los tenis”.

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