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"Dios no habita solamente en los monasterios o en las iglesias, sino que camina por nuestras calles congestionadas, viaja en nuestros metros llenos de gente, y está presente en las oficinas donde trabajamos. El desafío no es alejarnos del mundo para encontrarlo, sino aprender a reconocer su presencia en medio del ruido y la prisa de nuestra vida diaria”, expresó en su libro "Hacia Jerusalén”, en el que plasma esta perspectiva útil para quienes buscan vivir una fe auténtica sin desconectarse de su realidad cotidiana.
- Dedica 5-10 minutos al día a estar en completo silencio
- Apaga el celular y aléjate de distracciones
- Este espacio de quietud permite "escuchar" a Dios en tu interior
- No necesita ser formal o complicada
- Puedes hablar con Dios como si fuera un amigo cercano
- Comparte tus preocupaciones, alegrías y dudas
- Antes de dormir, identifica 3 cosas por las que estás agradecido
- Este ejercicio ayuda a reconocer la presencia de Dios en lo cotidiano
- Ayudar a otros es una forma práctica de conectar con Dios
- Puede ser algo tan simple como escuchar a alguien que lo necesita
- El Papa Francisco enfatiza mucho esta dimensión práctica
- Durante actividades cotidianas (caminar, hacer ejercicio, etc.)
- Mantén una actitud de apertura y consciencia
- Observa la belleza en las cosas simples
- Encuentra un espacio tranquilo en tu rutina (puede ser durante el transporte público o en tu descanso del trabajo)
- No te presiones por lograr experiencias místicas intensas; la conexión genuina suele ser simple y sutil
La conexión espiritual, decía Martini, no requiere horas de oración o conocimientos teológicos profundos. Se trata más bien de crear pequeños espacios de encuentro con Dios en medio de tu vida cotidiana.