El apóstol destacado de esta devoción mariana fue San Juan Bosco (1815-1888), fundador de los salesianos, y quien recibió mucha ayuda por parte de María, es por eso que, fue la primera persona en incluir a María Auxiliadora en las oraciones, de hecho, a él le debemos la famosa bendición de esta Virgen.
A continuación, te presentamos dos oraciones con las que se le pide protección y súplica a María Auxiliadora.

Foto: (X)
Nuestro auxilio es el nombre del Señor que hizo el cielo y la tierra.
(rezar un Ave María)
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desoigas las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos siempre de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita.
María Auxilio de los fieles
Ruega por nosotros.
Señor, escucha nuestra oración
Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, que con la ayuda
del Espíritu Santo, preparaste el cuerpo y el alma
de María, la Virgen Madre, para ser digna morada
de tu Hijo; al recordarla con alegría, líbranos por su intercesión de los males presentes y de la muerte eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.
Amén.
Santísima Virgen, Madre de Dios, yo, aunque indigno pecador postrado a Tus pies en presencia de Dios omnipotente, te ofrezco este mi corazón con todos sus afectos. A Ti lo consagro y quiero que sea siempre Tuyo y de Tu hijo Jesús.
Acepta esta humilde oferta, Tú, que siempre has sido la auxiliadora del pueblo.
Oh, María, refugio de los atribulados, consuelo de los afligidos, ten compasión de la pena que tanto me aflige, del apuro extremo en que me encuentro.
Reina de los cielos, en Tus manos pongo mi causa. Sé bien que en los casos desesperados se muestra más potente Tu misericordia y nada puede resistir a Tu poder. Alcánzame, Madre mía, la gracia que te pido si es del agrado de mi Dios y Señor.
Amén.







