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(Foto: Unsplash)
Vivió en Roma durante una época de persecución contra los cristianos bajo el mandato del emperador Diocleciano. A pesar de las amenazas, San Pancracio se mantuvo firme en su fe cristiana y fue condenado a la decapitación a la edad de quince años, convirtiéndose en uno de los primeros mártires del cristianismo.
Con el tiempo, se le ha asociado con el dinero, la prosperidad y el trabajo. Su imagen se coloca junto a monedas o un ramo de perejil.

(Foto. Redes sociales)
San Pancracio glorioso,
protector de quienes te invocan,
escucha mis súplicas y ven en mi auxilio.
Tú que conoces mis necesidades,
te pido que intercedas por mí
ante nuestro Señor Jesucristo,
y que me concedas la gracia de obtener la prosperidad
que tanto necesito en mi vida.
Con humildad y confianza,
te ruego que me ayudes a alcanzar
el trabajo y el dinero que me permitan
cubrir mis necesidades y las de mi familia.
No permitas que la falta de recursos
me impida ser generoso con los demás,
como tú lo fuiste en vida.
Te prometo ser agradecido
y compartir las bendiciones que reciba,
honrando tu nombre y llevando
tu ejemplo a quienes me rodean.
Amén.
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.