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La oración comienza reconociendo a Dios como nuestro Padre celestial, lo que establece una conexión íntima entre los creyentes y Dios. Luego se pide que el nombre de Dios sea santificado, su reino venga y su voluntad se haga en la tierra como en el cielo.
Además, se pide por el sustento diario, el perdón de los pecados y la protección contra la tentación. Estas peticiones reflejan la confianza en Dios como proveedor, perdonador y protector.
El "Padre Nuestro" enseña a los creyentes a orar de manera sencilla y sincera, reconociendo la grandeza de Dios y la necesidad de su intervención en nuestras vidas.
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La poderosa oración del “Padre Nuestro” enseña a los creyentes a orar de manera sencilla, sincera y centrada en la relación personal con Dios todopoderoso.
La actual versión del “Padre Nuestro” se encuentra en el pasaje del Sermón de la Montaña en el Evangelio según San Mateo 6:9-13, que dice así:
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
