Uno de los temas más recurrentes y vergonzosos que hoy existen en nuestro futbol mexicano es dedicado al proyecto de Fidel Kuri. Un hombre que ha sido protagónico a la mala, siempre con los reflectores negativos. 

 

Más allá de seguirle pegando a una piñata que ya se rompió, la reflexión a estas alturas del partido pasa ya por los duelos de la pelota y no por el político que hundió una franquicia con tanta historia y tremenda afición como la jarocha. 

 

En pleno 2019 parece que estamos con resultados de 1960, donde existían equipos endebles que se llevaban goleadas de escándalo. Es más, hoy en el futbol moderno ya no se dan resultados con 9 goles recibidos ni tampoco siete, más que en los accidentes deportivos y en este caso parece ser ya una constante. 

 

El 7-0 del Veracruz ante Necaxa es vergonzoso. La humillación del producto ante 30 juegos sin ganar dejan expuesto nuestro sistema. ¿Cómo sigue vivo un equipo que descendió en la cancha por ser el peor de todos los tiempos y alargará un año más la misma tragedia? 

 

Insisto, hoy reclamarle al desahuciado proyecto de Enrique Meza es perder el foco de un problema mayor, uno que promovieron al desaparecer el Ascenso de entrada por defender ciertos intereses y otro de complicidad ante un político-empresario que no golpea al mandamás del arbitraje como amenaza periodistas y no respeta las sanciones.

 

Ahora se burla del sistema. Una pena. ¡Bienvenidos, bienvenidos! Al jodido Veracruz, el peor equipo de futbol en mucho tiempo.