Apostar por proyectos de largo aliento ha dejado de ser una prioridad para algunas organizaciones de la NFL.
A diferencia de lo que se acostumbraba hasta hace unos años, para esta temporada 2025, y apenas terminada la semana 3 de la temporada regular, ya dos equipos de la NFL han decidido hacer un punto y aparte en su mariscal de campo titular y en su equipo de coacheo.
Este martes, la organización de los Gigantes de Nueva York confirmó a algunos periodistas que Rusell Wilson, el veterano de 36 años que llegó al equipo como la apuesta de experiencia y confiabilidad para su ataque, fue degradado a QB de segundo equipo tras un decepcionante arranque de temporada.
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El domingo pasado, en el show nocturno y a pesar de mostrar fuerza en su juego por carrera, los Gigantes perdieron en casa 22-9 ante una de las versiones más flojas de los Jefes de Kansas City en años.
El equipo de la Gran Manzana solo convirtió un tercer down en 10 intentos y un cuarto down en cuatro. En tres oportunidades, solo pudieron anotar dentro de la zona roja, por lo que su porcentaje de efectividad es uno de los más bajos de la liga, con 20%.
Como consecuencia, Wilson, 10 veces nominado al Pro Bowl, fue “banqueado” este martes, por lo que Jaxson Dart, el novato de primer año elegido en primera ronda en el pasado draft, tomará el control de la ofensiva de los Gigantes. Su primera prueba como profesional será complicada, al enfrentar el próximo fin de semana a los LA Chargers.
En Atlanta, el experimentado Ike Hilliard, exjugador y entrenador de muchos años, fue despedido por los Falcons. Uno de sus subalternos, el coordinador de pases T.J. Yates, fue ascendido, por lo que asumirá las funciones de Hilliard el resto de la temporada.
La decisión en los Falcons viene antecedida por una dolorosa derrota por parte de Carolina, equipo que les metió 30 puntos y los dejó en cero el domingo.
El desempeño del equipo de Atlanta fue para el olvido: en ninguna ocasión en los cuatro cuartos del juego su ofensiva consiguió pisar más allá de la yarda 20, algo inaudito en la NFL.
Michael Penix Jr., mariscal de los Falcons, tuvo el peor partido de su carrera, incluidas dos intercepciones, una de ellas convertida en seis puntos por parte de la defensiva de Carolina. Penix, jugador de segundo año, no ha lanzado un pase de anotación a un receptor ni a un ala cerrada esta temporada. Su único pase de touchdown fue al corredor Bijan Robinson en un pase que Robinson aprovechó 50 yardas en la semana 1.
¿Quién podría seguir en esta fatídica lista? Algunos empiezan a voltear a ver hacia Texas.