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Otro punto de conflicto es la gestión del espacio público para carga y descarga de mercancías. Se ha observado que la concentración de negocios orientales ha generado congestión y conflictos logísticos en las calles del CH, afectando la movilidad y el acceso a otros comercios.
Las autoridades locales se enfrentan al desafío de hallar un equilibrio entre la diversidad cultural y la preservación del tejido comercial tradicional, se requiere una planificación urbana integral que permita la coexistencia armoniosa de diferentes comunidades y garantice un desarrollo sostenible para todos.
Es esencial fomentar el diálogo entre las partes involucradas y buscar soluciones que promuevan la inclusión y el respeto por la riqueza cultural de la zona, el desafío radica en construir puentes entre las comunidades, preservar la historia y garantizar que el CH siga siendo un lugar próspero para todos.
