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En un operativo coordinado por autoridades ministeriales, se confirmó la detención de Jaime Toral, conocido creador de contenido originario de Veracruz.
En su momento, Jaime Toral ya había sido acusado de tener secuestrada a una mujer conocida como Doña Lety, con quien grababa contenido para su canal de YouTube, exponiendo las carencias de la señora.
La captura se llevó a cabo en el estado de Puebla, cumplimentando una orden de aprehensión por su probable responsabilidad en el delito de trata de personas, en su modalidad de explotación.
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Antecedentes y el "Modus Operandi" delictivo
Toral ganó popularidad en redes sociales bajo una fachada de filantropía, publicando videos donde supuestamente brindaba ayuda económica y alimentaria a personas en situación de vulnerabilidad, principalmente en zonas rurales. Fua aquí donde popularizó al personaje de Doña Lety.
Sin embargo, las investigaciones sugieren que detrás de esta labor altruista se escondía una red de abuso.
Según las denuncias, el influencer presuntamente privaba de la libertad a sus víctimas, obligándolas a realizar trabajos forzados o participar en sus contenidos bajo condiciones de explotación, aprovechándose de su necesidad extrema.
El caso tomó relevancia nacional tras el rescate de una mujer y sus hijos, quienes habrían estado retenidos por el hoy imputado.
La Fiscalía General del Estado de Veracruz, en colaboración con su homóloga en Puebla, rastreó el paradero de Toral tras meses de seguimiento derivado de diversas denuncias ciudadanas y testimonios de sobrevivientes.
Situación jurídica de Jaime Toral
Tras su arresto, Jaime Toral fue trasladado ante las autoridades correspondientes para iniciar su proceso penal.
Se espera que en las próximas horas se defina su situación legal y se dicte la medida de prisión preventiva, debido a la gravedad de los delitos de los que se le acusa.
Este caso ha generado una fuerte indignación en las plataformas digitales, donde usuarios exigen justicia para las víctimas que fueron engañadas bajo la promesa de una vida mejor.
