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De noche, madrugada y día, miles de feligreses arriban al templo para festejar a San Judas Tadeo. Son devotos que llegan a pie desde el Estado de México y la CDMX para agradecer o pedir un milagro al “Santo de las causas difíciles”.
Desde ayer por la noche, cientos de feligreses caminaron por las aceras de la avenida Reforma para acudir a la Iglesia de San Hipólito, en donde se venera a San Judas Tadeo.
Con imágenes del santo o arropados con la túnica verde y blanca de San Judas, los creyentes avanzaron por las colonias de la alcaldía Cuauhtémoc, hasta llegar a la iglesia ubicada en la colonia Guerrero.
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¿Cómo viven los fieles la celebración de San Judas Tadeo?
Ahí, en la esquina de la avenida Reforma e Hidalgo, la iglesia los esperaba con las puertas abiertas durante toda la madrugada.
Niños, adultos y ancianos no faltaron a la celebración. A ellos poco les importó el desvelo o el frío nocturno, porque la intención era honrar al santo o pedirle algún milagro.
Una de las feligreses es Allison, una niña que acompaña a su familia para pedir por la libertad de su hermano preso en un reclusorio de la Ciudad de México. Con flores amarillas y en compañía de su madre y hermanos, ella llegó al templo ayer a las 8:00 de la noche, en donde rezaron y durmieron por algunos minutos.
¿Qué simbolismo tienen las ofrendas y peticiones al santo?
Así como ella, otros asistentes acuden al templo con girasoles amarillos en señal de esperanza y fe en que el santo les conceda algún milagro.
“Por la salud de mi hija, que no me la quite”, reza una mujer que llega sola y sin ofrenda en sus manos. Otro más dice no pedir nada. “Sólo vengo porque en esta iglesia siento tranquilidad. Aquí me desconecto de los problemas de la vida, de las deudas y de las peleas en casa. Aquí encuentras la paz que en otros lados no hay”.
Así, con cohetones y 394 policías que vigilan el templo, los feligreses acuden a la fiesta patronal en donde se espera la asistencia de al menos 200 mil personas.
