En el último año y medio, al menos 13 personas fueron asesinadas por denunciar a pagar derecho de piso a grupos del crimen organizado en el país.

Además de Bernardo Bravo Manríquez, líder de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán (Michoacán), quien fue asesinado el pasado lunes en Michoacán, están documentados comerciantes y taxistas.

Expertos consultados por esta casa editorial coincidieron en que denunciar la extorsión en algunas regiones de México convierte a los ciudadanos en blanco de la delincuencia organizada, lejos de en las investigaciones para reducir este delito.

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Delitos al alza. Desde 2019, año en que comenzó a gobernar la 4T, el delito de extorsión ha aumentado 21.3%, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) hasta concluir agosto pasado.

¿Qué dicen los datos del SESNSP?

Según los datos del SESNSP, en ese año la extorsión se encontraba en 24.61% dentro del rubro de delitos de alto impacto en el país. Para el cierre de agosto de 2025, ese delito cerró en 29.84%.

Reconocen incremento. El gobierno federal admite que, pese a los esfuerzos, no ha logrado consolidar la prevención, investigación, persecución y sanción efectivas del delito de extorsión. Por este motivo, la presidenta Claudia Sheinbaum envió al Congreso una iniciativa de reforma, recibida el pasado lunes, que propone la homologación de penas de este flagelo, que alcanzarían hasta 50 años de cárcel.

¿Por qué es tan peligroso denunciar una extorsión?

“Es una tarea pendiente que es obligado atender sin mayor dilación, de forma coordinada, asumiendo las responsabilidades que a cada orden de gobierno le corresponden y a partir de un marco jurídico claro, robusto y general”, señala la exposición de motivos del proyecto.

Expertos consultados coincidieron en que denunciar la extorsión en algunas regiones del país vuelve a los ciudadanos un objetivo directo del crimen organizado, lejos de ayudar a combatir el delito.

Armando Rodríguez Luna, consultor del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede), afirmó que en estados como Michoacán, Guerrero, Veracruz, Tamaulipas y Baja California, denunciar una extorsión es igual a “firmar una nota de suicidio”.

“Denunciar es meterse realmente en problemas, donde tu vida está de por medio”, apuntó el especialista Rodríguez Luna.

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