Reducir el consumo de azúcares añadidos puede transformar radicalmente tu bienestar físico y mental en poco tiempo. Expertos de Harvard revelan los sorprendentes beneficios de disminuir este ingrediente que se esconde en casi todos los alimentos procesados.

La buena noticia es que los cambios positivos pueden experimentarse casi de inmediato. Según Walter Willett, profesor de epidemiología y nutrición en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, la reducción de azúcar puede disminuir el riesgo de diabetes tipo 2 en días o semanas, no en años como se pensaba anteriormente.

Los beneficios abarcan múltiples dimensiones de la salud. Mentalmente, se reduce el riesgo de depresión y mejoran los niveles de estrés. Físicamente, se estabilizan los niveles de azúcar en sangre, lo que incrementa la resistencia atlética y la energía general.

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La salud de la piel también se beneficia directamente. Los especialistas explican que el exceso de azúcar se une a proteínas como el colágeno, acelerando el envejecimiento prematuro y generando arrugas. Al reducirlo, se preserva la elasticidad cutánea.

Otro aspecto crucial es la función cerebral. Limitar el azúcar mejora la concentración y la memoria, ya que este compuesto puede bloquear receptores cerebrales y dificultar los procesos cognitivos.

Los riesgos de un consumo excesivo son significativos: mayor probabilidad de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, algunos tipos de cáncer y problemas hepáticos.

Un estudio reciente reveló que un incremento del 5% en azúcares añadidos aumenta un 6% el riesgo cardiovascular.

Willet sostiene que, para la dieta, hay que concentrarse en limitar los carbohidratos no saludables y el exceso de calorías, puesto que las investigaciones han demostrado que su reducción, especialmente el azúcar y los almidones refinados, hace que el cuerpo queme más grasa para obtener energía.

“Evitar las bebidas azucaradas (refrescos, néctares o jugos) es probablemente lo decisión más importante que podemos hacer”, afirmó Willett. “Lo que es realmente importante para la salud y el bienestar general es consumir carbohidratos ricos en cereales integrales y reducir al mínimo el consumo de bebidas azucaradas, así como cualquier tipo de productos de confitería con azúcares añadidos”.

Pequeños cambios constantes en la dieta pueden generar transformaciones significativas en la salud a corto y largo plazo, sostiene el especialista de Harvard, por lo que sugiere que los planes para reducir el consumo de azúcar y bajar de peso sean de largo aliento, de buscar resultados de un día para otro.

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