Y es que desde la primera vez que policías capitalinos retiraron a un grupo de venezolanos que estaban instalados frente a la Central de Autobuses del Norte, los migrantes buscaron refugio en el albergue CAFEMIN.
Pero ahí, en el asilo, el espacio sólo alcanzaba para unos cuantos extranjeros. Al rebasar el número de refugiados, el albergue de una orden de religiosas cerró las puertas. Entonces, los migrantes se apoderaron de un camellón aledaño a una primaria, junto a unas vías del tren; ahí venezolanos instalaron casas de madera, cartón, hule y una que otra de campaña.
Fue a finales de agosto cuando los habitantes de la colonia comenzaron a vivir las primeras dificultades con los migrantes. Las calles se convirtieron en basureros y en baños públicos.
Además, aseguran que los haitianos pasan tres veces por semana para buscar a nuevos habitantes del campamento para cobrarles hasta 100 pesos por su estadía en las vías del tren.
La cuota no sólo ocasiona la molestia de migrantes sino también peleas que han terminado con ataques con armas blancas. Por eso, los habitantes de la colonia han intentado acercarse a las autoridades del gobierno de la ciudad para que reubiquen el campamento.
Cabe decir que más de 200 migrantes fueron retirados de calles y camellones de la Gustavo A. Madero, a pesar del operativo, grupos de migrantes lograron esconderse y llegar hacia otro campamento de la misma alcaldía.
Fue el domingo por la noche cuando trabajadores del INM y policías llegaron a los campamentos instalados frente a la Central de Autobuses del Norte y en el camellón aledaño a la avenida Insurgentes Norte; ahí, las autoridades desalojaron a los venezolanos, colombianos y haitianos que permanecieron en esos sitios desde hace casi cinco meses.
Aunque en tres ocasiones los indocumentados fueron retirados y trasladados a Tláhuac, los indocumentados regresaban a la GAM, donde esperaban obtener el dinero y la cita de la oficina de migración para ingresar a EU. Pero el domingo fue diferente.
Según venezolanos que lograron escapar del operativo, sus compatriotas fueron llevados a bordo de camiones hacia el sur del México. Quienes lograron esquivar a las autoridades, caminaron hacia la colonia Vallejo en donde un grupo de migrantes habita desde hace cuatro meses a las orillas de las vías del tren.
Son grupos de haitianos quienes dan el aviso a los extranjeros para evitar los operativos que los llevan de regreso al sur del país. Ayer por la mañana, trabajadores de limpia retiraron restos de madera y basura que los migrantes abandonaron ahí.
Aunque esos dos sitios lucen sin ninguna carpa, hoy en la colonia Vallejo hay nuevos inquilinos.







