Más Información
Carmen “N” era la responsable de “cuidar” a Monserrat, le administraba medicamentos para que, drogada y sumisa, Sean Alejandro la obligara a sostener relaciones sexuales con otras personas y cobraba 500 pesos por la violación.
Así fue que Monserrat nunca pudo escapar, pues no tenía las fuerzas para huír. Según la investigación, César, padre de Sean, era el encargado de llevar clientes al mismo departamento para que abusaran de la mujer.
Así se dio a conocer durante el inicio de las audiencias contra esta familia, los testimonios de vecinos y conocidos de los sospechosos, detallan que incluso, otras tres mujeres más lograron “salir a tiempo” de ese departamento, donde aseguraron todo el tiempo se escuchaban gritos, golpes y por las noches, música de fiesta.
Se espera que una vez que la familia fue detenida, otras mujeres, exparejas de Sean, se acerquen a las autoridades a denunciar la violencia que vivieron en ese mismo lugar; sin embargo, debido al miedo que les infundía, de momento se sabe que dos no han querido hablar del tema ni recordar los momentos de terror que ahí vivieron.
Prueba de las atrocidades que le hacían a Monserrat, fueron algunos videos y fotografías que encontraron en el teléfono celular de Sean Alejandro, además de diversos medicamentos que su madre compraba con recetas médicas, como gotas oftálmicas, pastillas e inyecciones para dolores intensos, con los cuales preparaba un coctel médico para mantener bajo su control a la víctima.
Hoy, Monserrat Juárez Gómez está muerta y sus tres violentadores tendrán que responder ante la ley por su trágico feminicidio.
Se sofocó el incendio de una unidad vacía de L2 que presentó una falla mecánica por lo que iba camino a su patio de encierro para revisión. Ninguna persona resultó lesionada.