Ingenio y picardía son características reconocidas en las y los mexicanos. El Día de los Santos Inocentes, la tentación de la mofa acecha, pero nadie debe cruzar una línea muy delicada.
El número de emergencias 9-1-1 no es un foro de comedia ni confesionario de ocurrencias personales.
Cuando alguien marca para reportar una falsa emergencia, bromear o insultar, personal operativo y recursos se distraen o movilizan. Mientras alguien ríe al otro lado del teléfono, una situación auténtica puede quedar en espera.
Por eso, antes de marcar, conviene cuestionarse: ¿esto pone en riesgo la vida o el patrimonio de alguien?
Este año, en el C5 hemos recibido 153 mil 278 llamadas improcedentes, entre las cuales están las bromas de menores de edad e incluso de algunas personas adultas. No es un chiste. “En las emergencias, para salvar una vida, cuenta cada minuto”, como lo ha mencionado la Jefa de Gobierno, Clara Brugada.
Aunque algo empieza a cambiar. Este diciembre se ha registrado una disminución del 21.5 por ciento en el promedio diario de llamas en falso respecto al mismo mes del 2024. Signo de mayor conciencia ciudadana.
La cultura cívica se construye con pequeñas decisiones: enseñar a niñas y niños cuándo llamar denunciar de forma responsable, utilizar los botones de auxilio solo ante peligro real y no replicar bromas que normalizan el mal uso de estos servicios.
¡Ponte al tiro!
Este Día de los Inocentes, ríe, sorprende, engaña con ingenio. Pero no te pases de chistoso. Una llamada falsa puede costar vidas. El 9-1-1 no es una palomita.
