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Seguramente este escenario te suena familiar: Te vas a dormir y cuando estás en la mejor parte del sueño, un intenso dolor te hace despertar y no puedes evitar lanzar un grito agonizante... Así es, te acaba de dar un calambre insoportable en la pantorrilla, que al parecer, no se quita con nada.
Estos espasmos musculares involuntarios, conocidos como calambres nocturnos en las piernas, suelen ser inofensivos, pero su intensidad puede interrumpir tu descanso y dejar una sensación de molestia que, incluso, te puede llegar a durar todo el día.
Si bien la causa exacta a menudo se desconoce, los expertos señalan que generalmente se deben a una combinación de factores relacionados con el funcionamiento de los músculos y los nervios. Aunque la mayoría lo relaciona con la falta de potasio.
¿Verdad que te han mandado a comer plátano en cuanto te da el calambre?, ¿será cierto que esto funciona?

Las causas más comunes de los calambres nocturnos
Los calambres nocturnos en la pantorrilla pueden ser provocados por diversas situaciones y condiciones y es muy necesario conocerlas para saber cómo actuar para buscar soluciones.
Fatiga muscular y uso excesivo
El cansancio muscular por ejercicio intenso o prolongado, especialmente sin una preparación o estiramiento adecuado, es una causa principal, aunque también suele aparecer el calambre si has estado de pie y con una mala postura.
Deshidratación y desequilibrio electrolítico
No beber suficientes líquidos durante el día (deshidratación) o la pérdida de minerales esenciales (electrolitos) como potasio, magnesio y calcio pueden provocar un mal funcionamiento en los mecanismos de contracción y relajación del músculo.
Problemas nerviosos y circulatorios
A medida que envejecemos, el riesgo aumenta debido a la pérdida de elasticidad muscular y posibles problemas nerviosos.
También puede deberse a una mala circulación o una reducción del flujo sanguíneo a los músculos al estar inactivo durante el sueño puede ser un detonante.
Medicamentos
Ciertos fármacos, como algunos diuréticos, medicamentos para la presión arterial y el colesterol alto, o píldoras anticonceptivas, pueden alterar el equilibrio de minerales y aumentar la susceptibilidad a los espasmos.
Otras condiciones médicas
Algunas patologías pueden estar asociadas con calambres nocturnos más frecuentes, incluyendo:
- Embarazo
- Diabetes
- Enfermedad renal crónica
- Trastornos de la tiroides
- Arteriopatía periférica
Consejos para evitar los calambres
- Mantente bien hidratado
- Estiramientos antes de acostarte
- Asegura una dieta rica en minerales
- Actividad física moderada

¿Qué hacer si te da un calambre?
Si te despierta un calambre, estas medidas pueden proporcionar alivio rápido:
- Estira y masajea: Estira el músculo acalambrado. Si es en la pantorrilla, ponte de pie y presiona el peso sobre la pierna afectada, o siéntate y jala la parte superior del pie hacia la rodilla para estirar la pantorrilla. Frótalo suavemente.
- Aplica calor o frío: Una toalla tibia o una almohadilla térmica sobre el músculo tenso puede relajarlo, mientras que frotar con hielo puede aliviar el dolor residual.
Si los calambres nocturnos son intensos, persisten, ocurren con mucha frecuencia, o se acompañan de debilidad muscular, es fundamental consultar a un médico para descartar cualquier problema de salud que requiera tratamiento específico.








