La historia es como de película de terror ambientada en hospital siquiátrico de los años 50. Pero ocurrió en los 90 y en los años 2000, en el Instituto Nacional de Neurología, aquí, en México. 

En aquel entonces, el doctor Julio Sotelo Morales diseñó una prótesis experimental para drenar los cerebros de los pacientes con hidrocefalia. Sin embargo, se “brincó” todo el protocolo de experimentación con animales y se fue directo a experimentar con humanos; también se brincó los protocolos necesarios, no informó de manera adecuada a los pacientes, a quienes además cobró por todo esto. 

También, desde antes ya había válvulas que corrigen los problemas de hidrocefalia, y permiten drenar el exceso de líquido en el cerebro sin tantos problemas colaterales. Con el sistema que Sotelo diseñó, los pacientes no podían permanecer acostados. Imagínese que usted se encuentra enfermo y sólo puede dormir sentado o permanecer de pie. Todo esto derivó en muchísimos problemas de salud. 

Desde entonces, el doctor Rodolfo Ondarza denunció que esto violaba los derechos humanos de los pacientes. 

Además, por lo que se ha investigado, ninguno de los pacientes a los que se les colocó esta válvula experimental, fue informado de manera adecuada. Ninguno tuvo en su poder una carta de consentimiento informado especial, la necesaria cuando se hacen procedimientos experimentales tan arriesgados. 

Desde 2006 y 2007, el doctor Ondarza denunció los experimentos que no cumplían con lo mínimo para garantizar el bienestar de los pacientes. Sufrió represión laboral, incluso una vez lo despidieron. 

Pero continúa empujando este caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Lo hace junto con la Red Solidaria Década contra la Impunidad, presidida por el obispo Raúl Vera. 

Hace poco llevaron más pruebas y dos casos concretos ante la Corte Interamericana. Y el caso se reabrió en Washington hace un mes. 

“Es cuando, a través de la senadora Lorena Cuéllar, se invita a una mesa de trabajo al secretario de Salud, José Narro Robles, para discutir lo que está ocurriendo. Además se exige a PGR y a la Secretaría de la Función Pública que tomen cartas en el asunto y que encuentren a los responsables en este tema y que se revise la magnitud del problema”.

Entonces, Ondarza sufrió una tentativa de homicidio; alguien cortó los frenos de su auto. Actualmente tiene medidas cautelares, y su caso se encuentra en la Comisión Nacional de Derechos Humanos.