Esto no es obra de panistas

Lydiette Carrión

OPINIÓN 30/11/2017 15:47 Lydiette Carrión Actualizada 15:47

Juan Loreto González Arrieta es vecino de Chimalhuacán, metido en la política local desde hace ya muchos años. 

Militó en el PRI, pero en el 2000 renunció a su partido. Dijo que prefería tirar a la basura sus años de militancia, que sentarse “con esos asesinos de Antorcha Campesina”. En ese entonces, se quedó sin partido, pero haciendo algunas cosas sociales en la zona.

Ya desde ese entonces los enviados del gobierno estatal y federal andaban viendo los terrenos, los posibles lugares para explotar y sacar tajada a raíz de poner un nuevo aeropuerto.

En ese tiempo, los enviados del gobierno del Estado de México hablaban de la posibilidad de comprar los predios arenosos que rodean el ex vaso de Texcoco, más conocido como Los Tlateles o El Moño.

Entre dimes y diretes, de pronto se decidió mejor hacer una reserva natural, bajo el nombre Parque Estatal “Ing. Gerardo Cruickshank García”. reconociendo la propiedad privada de varias personas, pero impidiendo que se construyera.

Ahora, esa tierra está en litigio. El gobierno del Estado de México la “desincorporó” y la donó al gobierno federal, para amortiguar el impacto ecológico del aeropuerto. Luego, parte de estas mismas tierras fueron “donadas” al municipio antorchista de Chimalhuacán.

 Loreto ha estado ahí, como testigo del interés que han tenido las administraciones por estas tierras desde al menos 17 años. Finalmente a él, a su grupo, no le interesa detener la construcción del aeropuerto como tal, si bien reconocen que afecta “la ecología”. Lo que buscan en concreto es que les paguen las tierras. Y por esta cercanía es que ha estado en varias reuniones, con varios funcionarios, desde hace mucho. Y recuerda que, por ahí de 2004, 2005, a uno de los enviados de Toluca se le salió decir: “el aeropuerto no va a ser obra de panistas. Esta obra la tiene que ejecutar un priista”.

La cantidad de intereses que se encuentran alrededor del aeropuerto es brutal: el precio y la especulación de las tierras, la obra, en fin. “No será obra de panistas”. Dice que incluso algunos de los planos llevaban el logo del Estado de México, lo que enfuriaba al gobierno federal, entonces panista.

A los dueños originales, aunque ya los reconocen, siguen sin pagarles sus tierras, por eso se encuentran en plantón frente a la Secretaría de Gobernación. A pesar de la cantidad de dinero que implica el proyecto, el gobierno federal se niega a pagar el valor justo a los dueños de los tlateles. 

GLOSARIO DE SUPERVIVENCIA Tlatel: montón de arena… que ahora vale oro.

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