Más Información

Un gran número de hombres jóvenes padecen insuficiencia renal, lo que genera una importante crisis de salud en aquel país. Muchos han muerto después de vender sus órganos, mientras que otros se han quedado incapaces de trabajar y necesitan trasplantes; las víctimas ahora advierten a otros que no se dejen llevar por procedimientos peligrosos.
Suman, hombre de 31 años, dijo que sentía que no tenía de otra que vender su riñón por 3 mil libras esterlinas, poco más de 60 mil pesos, mientras se enfrentaba a la ruina financiera.
“Me sentí débil y perdí el conocimiento”, dice. “Cuando me desperté, me dolía mucho. Ahora no puedo trabajar y trato de decirle a cualquiera que pueda que no venda su riñón”.

Otro hombre que vendió su riñón en India, donde los donantes deben estar relacionados con los pacientes, contó cómo los "agentes" que lo ayudaron a vender su riñón le fabricaron documentos falsos.
Muchos de los locales insisten en que ya no venden sus riñones, pero la aldea sigue marcada por los años de explotación, con cicatrices físicas aún visibles en muchos de los que han vendido sus órganos vitales.







