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Luisiana.–En un contexto donde los abusos laborales suelen ser noticia frecuente, una historia rompió con esa narrativa. Se trata de Graham Walker, director ejecutivo saliente de la empresa Fibrebond, quien decidió recompensar a su equipo de trabajo de una forma poco común antes de concretar la venta de la compañía.
Como parte del acuerdo de compraventa, Walker destinó un fondo de 240 millones de dólares para beneficiar a los 540 empleados de la firma, lo que se traduce en aproximadamente 1.7 millones de dólares para cada uno, monto que recibirán de manera gradual durante varios años.
Fibrebond, con más de cuatro décadas de historia, nació en 1982 dedicada a la fabricación de carcasas. A lo largo de su trayectoria enfrentó incendios, crisis financieras, recortes de personal y los estragos de la pandemia. Pese a ello, su directivo siempre buscó proteger a su gente, especialmente cuando la empresa dio el giro hacia el desarrollo de infraestructura para centros de datos.
Walker explicó que insistió en incluir el bono porque los trabajadores fueron pieza clave en el crecimiento del negocio y, aunque no eran socios ni accionistas, merecían una compensación por su lealtad y esfuerzo durante los momentos más complicados.
“Fueron más de 40 años de aprendizajes, tropiezos y logros compartidos. Todo ese camino terminó entre lágrimas, abrazos y una felicidad profunda. Como familia, cumplimos la promesa de salir adelante juntos”, declaró.
EMOCIÓN COMPARTIDA
Los empleados de la compañía, ubicada en Luisiana, Estados Unidos, manifestaron su sorpresa y agradecimiento por la inesperada recompensa. Algunos adelantaron que usarán el dinero para viajar con sus familias a Cancún, México; otros planean liquidar deudas, remodelar sus viviendas, comprar un automóvil o asegurar una jubilación cómoda y sin preocupaciones.
1.7 MDD Es el monto aproximado que recibirá cada trabajador, distribuido en pagos durante varios años.







