Lo que parecía una aventura muy relajante fuera de suelo azteca terminó convirtiéndose en un momento de adrenalina y tensión en tierra costarricense. Resulta que dos mujeres mexicanas, originarias de Iztapalapa, demostraron lo que es vivir en estado de alerta constante, pues evitaron ser víctimas de un asalto durante su visita a una playa de Costa Rica. Como se narra en un video publicado en redes sociales por una de las involucradas tomaron de sorpresa a los ladrones tras no dejarse intimidar y finalmente salir victoriosas de la agresión.
El altercado quedó registrado y rápidamente comenzó a circular en redes sociales, donde usuarios celebraron la valentía de las mexicanas y destacaron el estereotipo de “no meterse con gente de Iztapalapa”. Afortunadamente no se reportan personas lesionadas, mientras que el caso ha abierto el debate sobre la seguridad para turistas y la respuesta instintiva ante situaciones de riesgo que hemos desarrollado los mexicanos.
De acuerdo con lo relatado por la usuaria de Instagram @chicledementa, ella y su hermana se trasladaban en bicicleta desde el poblado de Puerto Viejo hasta el de Manzanillo, cuando unos sujetos en motocicleta y con armas blancas intentaron despojar a su hermana de sus cosas, no obstante, lejos de aceptar entregar sus pertenencias se enfrentaron a los ladrones a golpes y ganaron la pelea.
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"Esto sucedió a las 11:30 a.m. frente a la soda la casita cerca de Playa Grande, literalmente a 3 minutos en carro de manzanillo. Fueron dos tipos en una moto roja con negro, los dos morenos y uno de chinos, tenían chanclas los mensos también y mi hermana pudo quitarle su chancla negra, así que salieron perdiendo porque tendrán que comprar otra. Llevaban un arma blanca que parecía como una mini navaja, iban de bermudas y playera color claro, traían gorras negras. Uno se quedó en la moto y otro bajó intentando quitar las cosas de la canasta de mi hermana, pero no se dejó", asegura la mujer que compartió su experiencia.
Cabe mencionar que como suele pasar en la mayoría de las ocasiones, incluso en nuestro país, nadie las ayudó, y relata que los hechos sucedieron en un tiempo aproximado de 5 minutos. Aseguran que el lugar estaba muy solo, pero que el dueño de una tiendita que estaba cerca que han visto a los sujetos y que pasan seguido por ahí, pues las afectadas les dijeron lo sucedido y los rasgos de los agresores.
Además, cuando fueron a levantar la denuncia a Puerto Viejo, en las dos horas que estuvieron en la Policía del Turista, llegó un ciudadano canadiense a denunciar el robo de su vehículo y por la radio escucharon de dos asaltos más.
El intento de asalto no solo terminó frustrado, sino que dejó una lección clara: subestimar a las mujeres fue el mayor error de los agresores. Desde Iztapalapa hasta Costa Rica, la historia se viralizó como símbolo de coraje, orgullo y resistencia, recordando que, aún lejos de casa, hay batallas que son imposibles de perder, pues el barrio siempre respaldará a los paisanos fuera de México.
