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Es un hecho, las nuevas generaciones se han mostrado más interesadas en adoptar mascotas, antes que tener hijos y uno de los peluditos favoritos de los jóvenes son, sin duda alguna, los gatos.
Los gatos han ganado fama como mascotas independientes que disfrutan la soledad. Sin embargo, la ciencia del comportamiento felino y la experiencia de los dueños demuestran que, a menudo, la fórmula de dos gatos es mucho más beneficiosa que la de uno solo.
¿Tú ya tienes un gato? Quizá sea buen momento para pensar en tener un segundo michi, aquí te explicamos por qué es la mejor decisión para su bienestar y la paz de tu hogar y de tu primer minino.
¿Por qué no debería tener sólo un gato?
La imagen del gato solitario y autosuficiente se desvanece cuando consideramos que un felino doméstico pasa horas inactivo mientras su dueño trabaja.
Esta falta de estímulo constante puede generar los siguientes problemas:
- Aburrimiento crónico: Sin nadie con quien interactuar o cazar, el gato recurre a pasatiempos que podrían ser destructivos.
- Ansiedad por separación: Aunque no tan común como en perros, algunos gatos desarrollan dependencia emocional y sufren al quedarse solos, lo que se manifiesta en maullidos excesivos o conductas compulsivas.
- Exceso de energía: Los gatos, especialmente los jóvenes, tienen una gran necesidad de jugar y "cazar". Si esa energía no se canaliza, pueden empezar a usar tus pies, manos o muebles como su presa favorita.
Consejos clave para adoptar un segundo gato
Si ya te has convencido de que dos gatos son mejor que uno, asegúrate de que la transición sea exitosa.
Primero que nada, debes revisar la compatibilidad de edades, la diferencia no debe ser muy amplia. Los gatitos jóvenes se adaptan mejor a la compañía.
Si ya te decidiste por un gatito, procura que presentarlo con tu otro michi sea lento. Nunca los obligues a convivir inmediatamente. La introducción debe ser gradual, primero a través del olfato (intercambiando mantas) y luego visualmente (a través de una puerta de cristal o rejilla) para garantizar una convivencia armoniosa.
Asegúrate de tener al menos dos cajas de arena (la regla es una por gato más una extra), suficientes cuencos de comida y agua, y varios rascadores para evitar conflictos por los recursos.
Al adoptar un segundo gato, no solo le estás dando un hogar a otro animal, sino que estás invirtiendo en la felicidad y el equilibrio emocional de tu primer felino, lo que se traduce en un hogar más tranquilo y lleno de amor para ti.
