Dos compañeras de trabajo vivían juntas hasta que una de ellas inició unay llevó a su pareja a la casa, marcando el comienzo de una pesadilla para la otra, quien fue obligada a permanecer encerrada y, en ocasiones, a la intemperie, alimentándose solo con papilla y jabón para trastes.

Después de cinco años de maltratos, el la víctima aprovechó un descuido de sus agresores y escapó hacia la vivienda de unos vecinos, quienes alertaron a la policía. Las autoridades acudieron al lugar, rescataron a la mujer y detuvieron a la pareja —un hombre de 82 años y una mujer de 60— por los delitos de abuso, secuestro y robo.

Durante su cautiverio, la víctima era dejada en el patio, expuesta a la lluvia, el frío y hasta la nieve, pero logró sobrevivir. La Fiscalía de Nantes, en Francia, investiga los abusos y el despojo de sus cuentas bancarias y beneficios de seguridad social.

Según los reportes, la mujer, de 45 años, sufrió maltrato psicológico y una detención ilegal que la mantenía con vida en “condiciones extremadamente precarias”. Las autoridades señalaron que su fragilidad mental la hacía especialmente vulnerable, lo que explicaría por qué no pudo defenderse ni escapar definitivamente, pese a haberlo intentado en varias ocasiones.

Al momento del rescate, la víctima presentaba signos severos de desnutrición, había perdido 50 kilos y se sospecha que era drogada con medicamentos. Una fuente cercana a la investigación detalló que “la bañaban con cloro, le ponían jabón de trastes en la comida y la sedaban”.

Los detenidos negaron los abusos y aseguraron que la mujer se marchaba voluntariamente, pero que siempre regresaba, además de rechazar la comida y los cuidados que le ofrecían.

El dato

La víctima originalmente dio refugio a una asistente de enfermería del hospital de Guerande, con quien convivía en armonía hasta que esta conoció a un hombre mayor y lo llevó a la casa. A partir de entonces, ambos tomaron control del hogar y comenzaron los abusos.

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