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Estas imágenes marcan la primera vez que se obtiene evidencia visual tan clara de esta comunidad.
La existencia de esta tribu fue documentada en una expedición realizada en 2019 por la Fundación Nacional del Indio (FUNAI), el organismo gubernamental brasileño encargado de velar por los derechos de los pueblos indígenas.
Desde entonces, FUNAI ha trabajado para proteger su territorio, instalando cámaras para monitorear su actividad. Estas medidas permitieron registrar imágenes de la comunidad Massaco, difundidas recientemente y nunca antes vistas.
Durante la primera expedición, los investigadores dejaron herramientas cerca de los asentamientos de la tribu. Con el tiempo, observaron cómo los miembros de la comunidad interactuaban con los objetos, les daban uso y los resignificaban al combinarlos con los utensilios que ellos mismos fabricaban.
La información recolectada en esta expedición reforzó la teoría de que los indígenas aislados en la Tierra Indígena Massaco se dividen en al menos dos subgrupos. Aunque probablemente se visiten entre sí, ocupan diferentes áreas dentro de este territorio protegido.
La comunidad Massaco habita una reserva de 421.000 hectáreas en el estado de Rondônia, cerca de la frontera con Bolivia, una de las zonas más deforestadas de la Amazonia brasileña. Esta región ha sido objeto de creciente atención debido a su biodiversidad y a la presencia de varias comunidades indígenas no contactadas.
Las nuevas imágenes, publicadas por The Guardian y el periódico brasileño O Globo, han revitalizado el debate sobre la importancia de las políticas de protección y el impacto de las actividades humanas en estas zonas.
El crecimiento de los Massaco y otras comunidades aisladas plantea nuevos desafíos para su conservación. A medida que aumenta su población, surge la preocupación de que los territorios asignados puedan volverse insuficientes. Además, la deforestación, el cambio climático y las actividades ilegales continúan amenazando sus fuentes de agua y recursos naturales.







