El resultado ha sido asombroso: un año después del trasplante, la mujer mantiene niveles estables de glucosa en sangre sin necesidad de inyectarse insulina, por lo que puede comer azúcar.
Este logro no solo representa una mejora significativa en la calidad de vida de los pacientes con diabetes tipo 1, sino que también abre la puerta a nuevas posibilidades de tratamiento. Este tipo de diabetes es una enfermedad autoinmune, en la que el cuerpo ataca y destruye las células del páncreas que producen insulina. Hasta ahora, los pacientes dependían de inyecciones diarias de insulina o de trasplantes de células de donantes, que requieren el uso de medicamentos de por vida.
Sin embargo, los investigadores chinos aseguran que aún queda camino por recorrer.
El estudio, publicado en la prestigiosa revista Cell, es parte de una serie de ensayos pioneros que utilizan células madre para tratar la diabetes. Es necesario replicar estos resultados en más pacientes y seguir su evolución a largo plazo antes de considerar este tratamiento como una cura definitiva.
Además de su potencial terapéutico, esta técnica podría resolver algunos de los problemas asociados con los trasplantes tradicionales, como la escasez de donantes y la necesidad de inmunosupresión. Al utilizar las propias células del paciente, se reduce significativamente el riesgo de rechazo.
En el artículo se menciona que un grupo diferente en Shanghai, China, reportó en abril que habían realizado un trasplante exitoso de islotes productores de insulina en el hígado de un hombre de 59 años con diabetes tipo 2.
Al igual que en el caso de la mujer con diabetes tipo 1, utilizaron células madre reprogramadas del propio cuerpo del paciente. El resultado fue positivo: el hombre ha dejado de necesitar insulina desde entonces.
En el mundo hay cerca de medio billón de personas con diabetes, la mayoría tiene tipo 2. En México, según el INEGI, las principales causas de mortalidad son las enfermedades del corazón, con 97,187 casos, seguidas por las causadas por diabetes mellitus, con 55,885, y por tumores malignos, con 45,409 casos.
- Sobrepeso u obesidad
- Sedentarismo
- Mala alimentación
- Edad avanzada
- Antecedentes familiares
- Ciertos grupos étnicos tienen mayor riesgo
Prevención: Se puede prevenir o retrasar con cambios en el estilo de vida.
- Enfermedades cardíacas
- Problemas renales
- Problemas de visión
- Daño nervioso (neuropatía)
- Problemas de circulación que pueden llevar a amputaciones
- Mayor riesgo de infecciones







