GRECIA. – El paisaje en la minúscula isla griega de Delos es de postal: ruinas antiguas a orillas del azul insolente del mar Egeo, salpicado de islotes rocosos y veleros que navegan hacia Mykonos.
Pero un drama silencioso se gesta en sus orillas debido a la subida inexorable del mar, que está derribando las ruinas de esta ciudad de 2 mil años de antigüedad, reconocidas como
Patrimonio Mundial de la Unesco.
El
sitio arqueológico puede perderse para siempre. “Delos está condenado a desaparecer en 50 años”, diagnostica Véronique Chankowski, que dirige la Escuela Francesa de Atenas, institución encargada de las excavaciones.
No es solo la subida del mar que crece en la cuenca mediterránea a un ritmo de 2.8 milímetros anuales en las últimas décadas. En el caso de Delos, la isla se hunde progresivamente debido a la tectónica de placas.
Por otra parte, la Acrópolis de Atenas, el monumento más visitado de Grecia, cerró al público este miércoles durante las horas de más calor debido a la canícula que afecta el país.
Es la ola de calor (que en Grecia significa que las temperaturas superan los 38 ºC durante tres días) más temprana jamás registrada.