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Alarmada por estos síntomas, Jaqueline buscó ayuda médica, pero su estado empeoró drásticamente.
Su rostro se cubrió de ampollas, dificultando su vista.
Despertar del coma fue una experiencia confusa para Jaqueline, quien describió sentirse “quemada de adentro hacia afuera”.
La joven, inicialmente vendada y con visión borrosa, se dio cuenta rápidamente de la gravedad de su situación.
Los médicos diagnosticaron el síndrome de Stevens-Johnson, una afección cutánea rara y potencialmente mortal, desencadenada por la reacción del cuerpo a ciertos medicamentos.
Jaqueline ha tenido 24 procedimientos médicos, incluidos trasplantes de córnea y membrana amniótica, y lucha por conservar su visión.
Aunque ha recuperado un 40% de su capacidad visual, sufre las secuelas de esta enfermedad.
Este medicamento puede ayudar a aliviar dolores y baja la fiebre.
En algunos casos suele ser más efectivo para aliviar el dolor de corta duración como el menstrual, dental, de garganta, esguinces o torceduras.
Su consumo continuo puede dañar el estómago por eso es recomendable tomarlo con alimentos.
Cuando se usa ibuprofeno a dosis normales y durante cortos periodos de tiempo no siempre es adecuado el uso de un protector de estómago (omeprazol, ranitidina…).
Si has tenido problemas de corazón, trombosis cerebral o estás tomando otros medicamentos para el dolor o la inflamación, consulta con tu médico antes de iniciar un tratamiento.
