En su domicilio la Policía halló algunas municiones.
Klette y sus compañeros Ernst-Volker Staub y Burkhard Garweg están acusados de intento de homicidio y de varios robos con violencia cometidos después de pasar a la clandestinidad tras la disolución de la RAF en 1998.
Desde entonces, la Justicia alemana nunca ha cesado en el intento de dar con el paradero de los conocidos como ‘pensionistas de la RAF‘.
El pasado 9 de febrero la Fiscalía de Verden informó que en los últimos meses habían surgido nuevos indicios como resultado de diversas acciones, entre ellos registros en los domicilios de familiares de Garweg.
La Fiscalía señaló que seguía siendo “incierto” si los acusados, colocados en 2020 en la lista de más buscados de la Europol, se hallaban en Alemania o en el extranjero.
La hipótesis de los investigadores es que el trío vivió en Alemania al menos entre 1999 y 2016 con la ayuda de terceros y cometió en ese periodo varios atracos violentos, no por motivos políticos sino para financiar su vida en la clandestinidad.
El grupo pertenecía a la ‘tercera generación’ de la RAF, un grupo responsable entre otros del asesinato del fiscal general del Estado, Siegfried Buback, y en 1989 del presidente de Deutsche Bank, Alfred Herrhausenen, en un atentado con explosivos.
Klette militaba en organizaciones izquierdistas desde 1975 y se sospecha que estuvo implicada en varios atentados con explosivos, aunque su participación concreta con la RAF aún no es muy clara.







