Los tribunales de distintas partes del planeta han sido testigos de demandas que rayan en lo absurdo. Y es que a través de redes sociales, se han conocido personas que ocuparon gran parte de su tiempo en visitar la Corte y apelar por lo que ellos creen razonable contra marcas y hasta figuras públicas.

Desde demandas contra bebidas que “no dan alas”, hasta el caso de una persona que quiso “salvar” a la Tierra de la NASA, estos insólitos enredos son más comunes de lo que se podría llegar a pensar.

A continuación te presentamos los más sobresalientes de la web.

Durante 2006, Allen Heckard se mostró harto de que continuamente en la calle lo detuvieran por su supuesto parecido al astro del baloncesto Michael Jordan; por lo tanto, demandó a Nike, por patrocinar a la estrella del baloncesto, y al propio Michael Jordan, por 800 millones de dólares, para reparar el sufrimiento que le causó el “parecido”.

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(Foto: especiales)

Trina Thompson, una neoyorquina de 27 años, demandó a su universidad, la Monroe College, por no esforzarse lo suficiente en encontrarle trabajo tres meses después de graduarse. Exigía que le devolvieran los 70 mil dólares invertidos en sus estudios de Tecnología de la Información y 2 mil dólares extra por los problemas de estrés que le provocó esta situación.

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(Foto: especiales)

La famosa bebida energética Red Bull fue demandada en 2014 por Benjamin Careathers, un estadounidense que aseguró que tras 10 años de consumirla "no le habían salido alas", ni tampoco se sentía con mejor rendimiento físico, tal como lo anunciaba su publicidad. La compañía terminó desembolsando 13 millones de dólares.

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(Foto: especiales)

En 2005, Marina Bai, una astróloga rusa, demandó a la NASA por “interrum - pir el equilibrio del universo”. Reclamó que la sonda espacial Deep Impact, que debía impactar con un cometa a finales de ese año para recoger el material que resultara de la explosión con fines científicos, era un “acto terrorista”. La demanda fue desestimada.

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(Foto: especiales)

Una mujer demandó a la cadena de comida rápida Wendy's después de supuestamente encontrar la punta de un dedo humano en su platillo. Evidentemente, fue un escándalo, pero resulta que la clienta Anna Ayala, en realidad plantó el dedo ella misma, con la esperanza de ganar algo de dinero. Era la punta de un pulgar que el compañero de trabajo de su esposo perdió en un accidente laboral.

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(Foto: especiales)

Tim Dumouchel no se hizo adicto a la televisión por casualidad. La culpa para este ciudadano de Wisconsin, EU, fue de ‘Charter Communications’, su compañía de cable, a la que denunció en 2004 por conspirar contra su familia y convertirlo a él, su mujer y sus hijos en gordos, vagos y adictos a la pantalla, pues intentó cancelar el servicio en múltiples ocasiones sin éxito. Pidió 5 mil dólares, tres ordenadores o una conexión a Internet de por vida.

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(Foto: especiales)

En 1992, Stella Liebeck, una mujer de 79 años, de Nuevo México, EU, derramó accidentalmente en su pierna un café de McDonald’s, tras hacer su pedido desde su auto. Como resultado tuvo quemaduras de tercer grado en las nalgas, muslos e ingles, por lo que fue sometida a injertos de piel. Demandó a la firma de comida rápida por 600 mil dólares, por vender un café “inaceptable - mente peligroso”debido a la alta temperatura a la que lo venden.

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(Foto: especiales)

Anheuser-Busch InBev, fabricante de la cerveza Beck’s fue obligado durante 2012 a reembolsar hasta 50 dólares a cada consumidor que hubiese comprado una de sus botellas de cerveza, pues según la acusación, “la empresa engañó a los consumidores haciéndoles creer que era una bebida alemana”, cuando en realidad se elabora en St.Louis (Missouri, EU).

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(Foto: especiales)

POR SUS PANTALONES

Roy Pearson demandó a los dueños de la tintorería Custom Cleaners por 54 millones de dólares por perder sus pantalones grises con rayas rojas y engañar a los clientes con un letrero donde leía “satisfacción garantizada”. La justicia finalmente absolvió a los lavanderos, quienes, no obstante, denunciaron que los gastos legales arruinaron a su familia y estropearon su reputación.

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(Foto: especiales)

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