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PREGUNTA
Hola. Tengo un debate con un cuate. Nos llevamos chido, nos albureamos y todo normal, pero últimamente —entre broma y broma—me ha pedido que le toque el paquete. Al principio lo tomé a juego y le dije que sí solo por seguirle la cura, pero ahora él dice que eso ya es “de gays”.Y aquí viene la duda: ¿quién sería más gay, el que lo pide o el que estaría dispuesto a hacerlo? ¿O nada qué ver? Carlos O.
RESPUESTA
La respuesta es más simple de lo que parece: ninguno de los dos es “más gay” por eso. La orientación no se define por una broma, un reto, una curiosidad o un acto aislado, sino por a quién te atrae de forma constante. Punto. Tocar, dejarse tocar, bromear o experimentar no convierte automáticamente a nadie en gay, bisexual o heterosexual. Lo que sí puede estar pasando es que tu cuate esté probando límites, jugando con la ambigüedad o explorando curiosidad, y tú entraste al juego sin pensar que se iba a poner serio. Ahí lo importante no es poner etiquetas, sino poner límites claros: si algo ya no te incomoda o no te late, se dice y se para. Y ojo: usar “gay” como sinónimo de burla o descalificación es una forma vieja de evadir conversaciones incómodas. Más que preguntarse quién es “más gay”, la pregunta real es: ¿esto es juego, curiosidad o algo que ya cruza una línea para alguno de los dos?
PREGUNTA
Hola. A veces empiezo bien, pero en plena intimidad pierdo la erección. No siempre me pasa, pero cuando ocurre me frustra mucho. ¿Es algo normal o ya es disfunción? Andrés, V.
RESPUESTA
Es normal que pase ocasionalmente. La erección depende tanto del cuerpo como de la mente: estrés, nervios, alcohol, cansancio o la presión por “rendir” pueden hacer que se baje, aunque sí haya deseo. Una falla aislada no es disfunción eréctil. Se considera un problema solo si ocurre de forma frecuente y constante. Mientras tanto, baja la presión, enfócate en el placer y no solo en la penetración. El cuerpo responde mejor cuando no se le examina. Además, la erección no es un interruptor de “prendido y apagado”: fluctúa durante el encuentro. Perderla un momento no significa que el deseo se fue ni que la magia se acabó. Besar, tocar, cambiar de ritmo o simplemente respirar y reírse del momento suele ayudar a que el cuerpo se relaje y responda otra vez. Muchas veces, la mejor forma de recuperar la erección es dejar de perseguirla
PREGUNTA
Soy seropositivo, estoy en tratamiento y mi carga viral es indetectable. Empecé a salir con un chico que me gusta mucho, pero tengo un miedo enorme de contarle por temor a que se asuste, me rechace o me vea distinto. ¿Cuándo y cómo se dice algo así? Juan C.
RESPUESTA
Hoy, gracias al tratamiento, una persona con VIH indetectable no transmite el virus por vía sexual. Eso no es una opinión: es un hecho médico respaldado por la ciencia. El miedo que sientes es completamente humano. Contar tu estatus no es fácil porque todavía existe mucho estigma y desinformación. No hay un “momento perfecto”, pero sí uno adecuado: cuando ya hay confianza, antes de que la relación avance y en un espacio tranquilo, sin prisas ni presión. Hablar desde la información ayuda mucho: explicar qué significa ser indetectable, que estás en tratamiento y que te cuidas. Incluso puede ser muy útil hacerlo acompañado, por ejemplo, en una cita con un médico o un terapeuta, donde un profesional pueda resolver dudas, aclarar miedos y dar certeza a tu pareja desde el punto de vista médico. Eso puede marcar una gran diferencia. Recuerda: la reacción del otro no define tu valor. Decirlo es un acto de honestidad, no una confesión de culpa. Y quien se queda después de saberlo, se queda porque te quiere.




